Uno de los principales líderes rebeldes de Colombia, «Iván Márquez», murió en Venezuela, informó el programa de noticias CM&.
Fuentes cercanas a Márquez, cuyo verdadero nombre era Luciano Marín, confirmaron a otros medios la muerte del fundador de la guerrilla «Segunda Marquetalia».
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que las fuerzas de seguridad estaban tratando de verificar la afirmación de que Márquez murió a causa de las heridas sufridas tras un intento de asesinato en julio del año pasado.
Los medios locales informaron inicialmente que el ex negociador de paz del ahora occiso había muerto en este ataque.
Estos informes fueron negados por los subordinados de Márquez y por el comisionado de paz Danilo Rueda, quien se reunió con el excomandante de las FARC para negociar un nuevo acuerdo de paz.
Se cree que Márquez resultó gravemente herido ya que el líder rebelde no ha aparecido en público desde el atentado.
Fuentes no identificadas le dijeron a CM& ya la revista Cambio que complicaciones recientes causadas por una astilla que quedó en el cerebro de Márquez causaron su muerte.
Márquez nació en el sur de Colombia en 1955 y se unió al grupo guerrillero de las FARC y al Partido Comunista clandestino a fines de la década de 1970.
La guerrilla fue elegida para el Congreso en 1986 luego de un acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno del difunto presidente Belisario Betancur.
Márquez dejó su cargo y se convirtió en uno de los principales líderes de las FARC después de que las fuerzas militares y paramilitares iniciaran una campaña para exterminar al partido Unión Patriótica.
El comandante de división de las FARC lideró exitosas conversaciones de paz con el expresidente Juan Manuel Santos en 2012 y se desmovilizó en 2017.
Márquez volvió a salir de la política en 2018 luego de los intentos del gobierno de Estados Unidos y la Fiscalía General de extraditar al difunto comandante de las FARC «Jesús Santrich» por cargos falsos de narcotráfico.
Ambos anunciaron la conformación de la Segunda Marquetalia en 2019 e iniciaron una ofensiva para recuperar el control de los territorios que habían sido abandonados por las FARC.
El ejército colombiano y el grupo guerrillero rival EMC se opusieron violentamente a esta ofensiva.